Descripción

Las claves de su comportamiento están definidas por la gran manejabilidad que le aportan a la moto y la confianza al piloto. Para conseguir estos dos aspectos, fundamentales en una moto deportiva, Bridgestone ha trabajado en la carcasa y ha introducido una nueva tecnología de compuestos. Gracias a esta nueva mezcla además se mejora el compromiso entre las prestaciones en seco y en mojado, lo que se traduce en la práctica en una mejora de un cinco por ciento en el tiempo por vuelta sobre suelo mojado y en un circuito largo y exigente como Autopolis (Japón). Pero las prestaciones en seco son las que realmente valoran la mayoría de los usuarios de la moto deportiva y ahí también hay un salto adelante gracias a la mayor superficie de contacto en la zona de los hombros, que consigue una rigidez óptima para aumentar la velocidad de paso por curva y el control al límite. También se rediseña la forma de los surcos del dibujo para que evacuen mejor el agua y su ángulo con respecto a la banda de rodadura en busca de redireccionar los esfuerzos sorbe la carcasa con una mejora en la manejabilidad, drenaje y feedback.